jueves, 14 de marzo de 2013

Cupcakes de cerveza Guinness, o lo que es lo mismo... ¡viva San Patricio!

Ay, dijera mi "amá"... si desde que se inventaron los pretextos... Hace algunos años, o más bien, algunos kilos, bajé de casa en Barcelona, hacía un día precioso, y fuí al festejo por "St. Patrick's Day" que, como bien sabéis se celebra el 17 de marzo.  

Resulta ser que un grupo de irlandeses y no irlandeses se reunía en una zona peatonal de la calle para tocar música, hacer bailes tradicionales, ofrecer información turística sobre Irlanda, pintarte la cara con un trebolito muy mono y, sobre todas las cosas... para beber cerveza Guinness...

¡Ahhh cervezaaaaa! <----- y cual Homero Simpson tuve por un momento en mi mente ese vaso alto, lleno de líquido oscuro y coronado por un halo de espuma espesa y blanca, treméndamente blanca - ahora pensaréis que soy una borracha- nada de eso, es más, jamás había probado la cerveza Guinness y me pareció eso... el pretexto perfecto para bajar de casa y hacerlo a costa de que me estamparan un precioso trebol en el moflete y verdaderamente valió la pena. (y no me tomé ni una pinta entera, ¡os lo puedo jurar!)

Y ¿sabéis quién fue San Patricio? ¡ahaha!, ¡ahí os he pillado!. No os preocupéis que yo tampoco lo sabía pero aprovechando este post gastronómico-cultural la respuesta la podréis encontrar aquí.

Sin embargo, para que veáis que la cerveza no es lo único que me gusta de Irlanda, soy una gran fan de U2 y enloquezco con "The Cranberries". Podría decir que son mis grupos favoritos del mundo mundial, aunque también me gustan "The Corrs". Estoy tan mal de la cabeza en ese aspecto que las veces que he visto a U2 en concierto ¡siempre he llorado!, estoy loca, lo sé -y no había bebido- pero la emoción es la emoción.

Como un homenaje a todas estas pequeñas grandes cosas que tiene este pequeño gran país que tantas ganas tengo de conocer y, por supuesto, a San Patricio que año con año nos regala un día lleno de ambiente y alegría, os traigo una receta de cupcakes hechos con cerveza Guinness y coronados con buttercream de queso con Baileys.

Cupcakes de cerveza Guinness con buttercream de queso y Baileys

INGREDIENTES PARA EL BIZCOCHO

175 ml. de Cerveza Guinness
200 g. de harina de trigo sin levadura
200 g. de azúcar blanca
    1 cucharadita de levadura
    2 huevos
    1 cucharadita de extracto de vainilla
115 g. de mantequilla
    2 cucharadas de cacao puro en polvo, sin azúcar (yo utilizo el de la marca "Valor")
50 ml. de aceite suave de oliva.
20 gr. de chocolate en tableta para postres. Yo usé el de Lindt, pero podéis usar el que más os guste y, de haber sabido, le hubiera puesto mucho más chocolate rallado, así que podéis agregar más.

ELABORACIÓN:

Precalentamos el horno a 175 grados y preparamos nuestros moldes con las cápsulas para cupcakes. En un bol tamizamos los ingredientes en polvo (harina, levadura y cacao) y rallamos la porción de tableta de chocolate para postres que también incorporamos al bol con los ingredientes en polvo. Reservamos.

Medimos la cantidad de cerveza que vamos a necesitar y esperamos a que repose un poco para que baje la espuma pues la espuma no suma, la cantidad es sólo de líquido y reservamos.

Batimos la mantequilla, que debe estar suave, mas no derretida, junto con el azúcar. Cuando esté todo perfectamente incorporado agregamos el aceite de oliva y seguimos batiendo hasta que todo se integre y se empiece a ver cremosa la mezcla. Después añadimos los huevos, uno a uno y el extracto de vainilla.

Ahora toca ir agregando los ingredientes en polvo. Lo hacemos con cuidado e intercalamos con la cerveza para evitar que vuele tanto polvo por la cocina. Terminamos de integrar por completo la mezcla y comenzamos a llenar las cápsulas hasta 2/3 partes de su capacidad.

Yo como tengo muy mal ojo, si puedo voy pesando cada cápsula con la mezcla, que en este caso es bastante espesa y no se corre el riesgo de derramarse. Mis cápsulas han pesado entre 39 y 43 gramos y al hornear me han quedado justo al ras de la cápsula de papel.

Horneamos. Yo precaliento mi horno a 175º y horneo a 160 o 165 grados aproximadamente,  para que el bizcocho quede planito pero si os gusta que suba un poco más y haga la típica coronita redonda de magdalena, lo podéis dejar a 175º.

Aguantarlo unos 10 minutos como mínimo antes de revisarlo con el palillo. A mi me han tardado unos 14 o 15 minutos en estar listos.

Sacar del horno y dejar reposar en los moldes unos cinco minutos y después pasar a la rejilla con cuidado porque recién hechos son súper esponjosos y frágiles.

¿Y qué hacer con la Guinness que os sobrará? ... pues bebérsela, ¡caray! que no la vamos a desperdiciar con lo buena que está.



Para la buttercream:

125 gramos de mantequilla a temperatura ambiente
425 gramos de azúcar súper fino
125 gramos de queso mascarpone
    1 cucharadas de leche semidesnatada
    1 cucharadita de extracto de vainilla 
  50 ml. de Baileys



Tamizamos el azúcar súper fino. Comenzamos batiendo la mantequilla, el extracto de vainilla y la leche y vamos agregando el azúcar con cuidado. Agregamos el queso mascarpone y batimos a velocidad alta hasta que quede perfectamente incorporado todo. Finalmente agregamos el Baileys y terminamos de incorporar la crema y ¡listo!.

Decorar los cupcakes cuando estén perfectamente fríos. Si no los coméis el mismo día podéis guardarlos en la nevera, si ya están decorados, y de preferencia en un recipiente hermético, pero os aconsejo que los saquéis con el mayor tiempo de antelación que os sea posible antes de comerlos.


Os sorprenderéis de cómo el sabor de la cerveza no se siente, pero ese toque ligeramente amargo que puedan tener combina a la perfección con el chocolate y con el dulzor de la buttercream. 

Yo, como habéis leído, agrego la cerveza sin calentar con la mantequilla y al final de la mezcla porque sus propiedades (también tiene levaduras) se conservan mejor y ayudan a leudar la masa ¡y los cupcakes quedan súper esponjosos!.

He llevado a repartir el pecado entre mis compañeros de clase de inglés como pretexto -otro más- por los festejos de St. Patrick's Day. Así que entre profes y compis nos hemos comido a estos duendecillos verdes y cremosos en una mañana lluviosa en Terrassa. Por cierto, ¿os he dicho que me encanta mi escuelita de inglés? Los profes son geniales y hay un súper ambiente.

Espero que el próximo 17 de marzo el día esté más soleado porque entonces la Guinness me la quiero beber disfrutando del Picnic Jazz al que estáis todos invitados.

Espero vuestros comentarios con sus experiencias al elaborar esta receta que ya con sólo mencionar los ingredientes que lleva sorprenderéis a todo el mundo.

¡Feliz día de San Patricio!



PD. Quiero agradecer con todo mi corazón a Cake & Cream quienes nos han otorgado el premio "One Lovely Blog Award".
Es muy emocionante y bonito saber que hay a quienes les interesan nuestras cositas dulces y valoran nuestro trabajo y, de igual manera os invito a conocer el trabajo de Cake & Cream. Vivimos y sobrevivimos en nuestros blogs gracias a todos que le dan al "compartir".

Y, aquí lo tenéis...





Os debo un post exclusivo para hablar de los premios que nos han otorgado, para contestar las preguntas que me plantea Cake & Cream y, sobre todo, para daros a conocer mi lista de premiados.

¡Miles de gracias de todo corazón!


2 comentarios:

  1. que buena pinta!!:)
    felicidades por el premio:)

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  2. ¡Hola guapísima! Muchas gracias por tu comentario. Me alegro de que te haya gustado la receta. ¡Espero verte de nuevo por aquí! XD

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